8 de octubre de 2008

Octubre: de las guerras por el pueblo, octubre del combatiente… Del Guerrillero Heroico.

Un nuevo octubre, y, conmemoramos a todos los caídos, pero también a sus logros. Octubre no es sólo recordar a Miguel, Che, Tamara y Raúl, sino sinónimo de construcción cotidiana de un proyecto revolucionario entre todos, tomando el ejemplo de éstos que dieron su vida por aquello. Gracias a cada esfuerzo, de cada uno de los revolucionarios que vieron en las luchas las soluciones, las consecuencias y dieron su vida por ello. Encarnizaron combates armados, combates por la vida, por lo que creyeron, por su pueblo…

Hay quienes creen que el pueblo duerme bajo la realidad que nos tratan de ocultar, que no somos más que masa que ha invernado por décadas esperando las migajas miserables que nos han de regalar. Pero nada es por siempre; el pueblo tiene una gracia; tiene un poder que se siente, como sangre por las venas; se mueve a pulso con cada uno de los visionarios que lo conforman. La conciencia se interna en cada poblador que se mira a si y observa a su hermano sufrir la vida pobre, ve al Mapuche sufrir, luchar, contempla su historia y la de los que pelearon; los que conquistaron con la fuerza de sus convicciones; los que batallaron y, más que su vida, dejaron el legado de comprender el valor de la vida digna, el valor de combatir y dieron luces del camino y el arma más valiosa del pueblo: La organización, la proyección, la convicción, la rebeldía, y el amor.

Porque así, como generaciones de combatientes despertaron al llamado revolucionario de su pueblo, nuevas generaciones han de salir de la burbuja asfixiante de la realidad actual, para pelear originariamente por la vida de su gente, arrollando con las armas del pueblo los obstáculos físicos y las trancas mentales que puedan entorpecer el curso hacia el norte que lleva la sangre del pueblo pobre, el pueblo que aquellos que creen mandar han olvidado, han apaleado innumerables veces y han ajusticiado a nuestros hermanos, bajo las sucias garras de una fachada ingenua del gobierno. Pero una cosa es segura, el pueblo es la mayoría, del pueblo es el poder y, algo más: la justicia la hace el pueblo… No bajo el concepto erróneo de matar por matar y reprimir para acallar. La justicia la hace El Pueblo en el Poder. Con humanidad consciente.

Retomemos las herramientas que nos da la organización, hagamos práctica revolucionaria de las capacidades del pueblo, la lucha es ahora, la victoria pronto.

¡Con el heroico ejemplo de Miguel, Che, Tamara, Raúl, Pedro, Palito y Pum pum... Hasta la victoria siempre!


Insurgencia Revolucionaria, IR.-